UAI Urquiza jugó el peor partido de la temporada. Deportivo Merlo tuvo una gran jornada y no perdonó. Caída estrepitosa por 4 a 0 en el Parque San Martín y el descenso acecha más que nunca. Biglia, Pasquale (por duplicado) y Florís los autores de los goles.
Hay momentos en los que no se puede estar peor. UAI Urquiza, fecha tras fecha, desmuestra que si. Esta mañana, ante Deportivo Merlo, jugó su peor partido desde que está en la Primera B Metropolitana.
No tuvo idea de juego, la defensa fue muy endeble, las divididas siempre las perdió, no tuvieron algunos jugadores un poco de viveza para resolver jugadas individuales. Todo realmente mal. Inclusive Gastón Silva se fue expulsado casi sobre el final del partido, por pegarle a un delantero del Charro.
La única clara del Furgón, en todo el partido, sería a los siete minutos del complemento, cuando un pase profundo le llegó a Ezequiel Vidal, quien la picó por encima del arquero. Pero fue tan débil que la sacó un defensor de Merlo.
Salvo esa situación, el conjunto del oeste fue amo y señor del encuentro. El primero llegaría a los 16, cuando Cristian Biglia, tras un corner abierto desde la derecha, recibió y de volea la puso contra el palo izquierdo de Matías Cano.
El 2 a 0 fue la muestra clara de la tarde gris de la defensa. A los Emiliano Díaz intentó salir con la individal, pero Carlos Batarás lo durmió, tiró el centro y de palomita apareció Fernando Pasquale. No había pasado mucho más que eso en la primera etapa. Merlo fue poco punzante, pero muy efectivo en las poca que tuvo. UAI Urquiza, nada.
El golpe final vendría prácticamente desde el vestuario (a los seis minutos). Cristian Bustos, quien hizo lo que quiso por la banda derecha, tiro un centro para la cabeza del solitario Pasquale y el 9 definió con el arco a su merced.
El Charro fue, empujó y no dejó de atacar, pese al holgado marcador. Y el premio a la perseverancia lo tendría Roberto Florís. Definió solo, tras el rebote de Matías Cano, quien primero había logrado tapar un buen remate de Pablo Rodríguez. Todo esto, previo a una muy linda jugada previa, en la que los jugadores del UAI Urquiza solo se dedicaron a ver la jugada.
El piso es este. Se chocó contra el y hay que pasar por el taller a reparar al Furgón. Y tiene que ser rápido. Porque el descenso está cada vez más cerca.
No tuvo idea de juego, la defensa fue muy endeble, las divididas siempre las perdió, no tuvieron algunos jugadores un poco de viveza para resolver jugadas individuales. Todo realmente mal. Inclusive Gastón Silva se fue expulsado casi sobre el final del partido, por pegarle a un delantero del Charro.
La única clara del Furgón, en todo el partido, sería a los siete minutos del complemento, cuando un pase profundo le llegó a Ezequiel Vidal, quien la picó por encima del arquero. Pero fue tan débil que la sacó un defensor de Merlo.
Salvo esa situación, el conjunto del oeste fue amo y señor del encuentro. El primero llegaría a los 16, cuando Cristian Biglia, tras un corner abierto desde la derecha, recibió y de volea la puso contra el palo izquierdo de Matías Cano.
El 2 a 0 fue la muestra clara de la tarde gris de la defensa. A los Emiliano Díaz intentó salir con la individal, pero Carlos Batarás lo durmió, tiró el centro y de palomita apareció Fernando Pasquale. No había pasado mucho más que eso en la primera etapa. Merlo fue poco punzante, pero muy efectivo en las poca que tuvo. UAI Urquiza, nada.
El golpe final vendría prácticamente desde el vestuario (a los seis minutos). Cristian Bustos, quien hizo lo que quiso por la banda derecha, tiro un centro para la cabeza del solitario Pasquale y el 9 definió con el arco a su merced.
El Charro fue, empujó y no dejó de atacar, pese al holgado marcador. Y el premio a la perseverancia lo tendría Roberto Florís. Definió solo, tras el rebote de Matías Cano, quien primero había logrado tapar un buen remate de Pablo Rodríguez. Todo esto, previo a una muy linda jugada previa, en la que los jugadores del UAI Urquiza solo se dedicaron a ver la jugada.
El piso es este. Se chocó contra el y hay que pasar por el taller a reparar al Furgón. Y tiene que ser rápido. Porque el descenso está cada vez más cerca.
Emanuel Edorna
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