No le sobró nada. Pero se aprovechó del espantoso presente de Colegiales y lo venció por 1 a 0 en Munro. Jorge Coria fue la figura del partido y convirtió el gol del triunfo. Este resultado no le alcanza para salir de la zona roja, pero alimenta la ilusión de la salvación
En la televisión había varias propuestas atractivas y para no perderse: Barcelona - Atletico Madrid, Bayer Munich - Manchester Unnited. Pero 300 personas se fueron a Munro a ver Colegiales UAI Urquiza. El último de la temporada contra el último de los promedios. Nada prometedor el partido.
Pese a eso, el Tricolor y el Furgón disputaron un entretenido primer tiempo. Las emociones llegarían apenas a los 45 segundos de juego, cuando pudo hacerlo Sergio Valenti. Pero Sergio Matinella le aguó el grito.
Colegiales apostaba a los centros desde los costados. En alguno casi tuvo suerte, ya que les terminaron saliendo tiros al arco. Primero Fergonzi forzó la respuesta de Matías Cano, y luego Buono estrelló la pelota en el palo izquierdo del arquero visitante.
UAI Urquiza también probaba por arriba, sabiendo que tenía jugadores altos y que bajaban bien la pelota como Sergio Rodríguez y Valenti. Y a los 35 tendría su premio con una linda jugada que arranca en los píes de Juan Presentado, que envía el centro para Rodríguez, y este se la baja a Jorge Coria que con un zurdazo de volea pone el 1 a 0.
El final de la etapa inicial terminaría con un importante susto. Otro centro más al área terminó en la cabeza de Gonzalo Sosa, y el delantero la mando apenas afuera de su palo derecho.
El complemento si se asemejó a lo que venían jugando a lo largo del campeonato ambos. Salió un segundo tiempo realmente para el bostezo. Solo se puede rescatar una jugada, y fue para el Furgón, cuando le cayó un cambio de frente a Coria, este la tira al medio para Rodríguez y el delantero celeste le erró a la pelota.
Colegiales se acordó tarde de atacar y bombardeó de centros los últimos minutos del partido. Llevó tanto peligro dichos embates que, ya en el tiempo a recuperar, Presentado tuvo que quedarse en la línea de su arco para rechazar la última pelota del partido.
Un triunfo que tiene más valor en lo númerico y en lo anímico, más que por lo jugado. Ya no importa como, sino conseguir. Porque la brecha sigue siendo corta y a partir de ahora cada triunfo y cada punto vale oro.
Emanuel Edorna
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