UAI
Urquiza jugó bien, fue superior a su rival, pero no pudo doblegar a un rival,
que le faltó la grandeza de su historia. Fue 1 – 2 ante Atlanta. Federico
Maraschi y Juan Galeano convirtieron para la visita. El descuento furgonero lo
hizo Gastón Silva.
Durante
los primeros minutos, los locales se adelantaron en la cancha y hasta pudieron
mojar de entrada. Sergio Rodríguez no pudo conectar bien un centro de la
derecha, tras una gran corrida por ese sector de Eloy Colombano.
Sin
embargo, a los siete minutos, el “bohemio” sorprendería. Con un pelotazo de
mitad de cancha de Juan Galeano, que cayó en el pie de Maraschi, el 7 definiría
por encima de Ezequiel Porto y pondría una ventaja, hasta ese momento, algo prematuro
para el desarrollo.
Durante
la etapa inicial, el partido fue parejo y las oportunidades se repartieron, aunque
siempre con un denominador: en ambos casos era protagonista los de Villa Lynch.
Por errores propios le daba las chances a Atlanta, y por virtudes encontraba
los espacios para el empate.
Cuando
al equipo de Cristian Aldirico le faltaba solamente el toque final, a los 36
llega otro pelotazo de lejos que baja con el pecho Lazzarini y la dejó servida
para que defina con un bombazo de 25 metros Galeano.
UAI
Urquiza siguió apostando a su idea, combinándolo también con algunos pelotazos
por arriba. Y dos minutos después, uno de esos centros al área cayó en la
cabeza de Gastón Silva, quien subió para buscar y encontrar el descuento merecidísimo.
Ya en
el complemento, el “furgón” fue altamente superior a su rival. Pero nuevamente
le faltó el golpe final. Las dos mas claras estuvieron en los pies de
Presentado (buena respuesta de Matías Vega) y Vidal (quien estrelló su remate
en el palo izquierdo), ambas desde afuera del área.
El
resultado fue realmente mentiroso. Mínimamente el empate hubiera quedado bien. Pero
queda claro que un tropezón no es caída. UAI Urquiza deberá levantarse pronto
para no decaer anímicamente e insistir y confiar en que este es el camino para
escaparle al descenso y soñar a lo grande.
Emanuel
Edorna
No hay comentarios:
Publicar un comentario