domingo, 23 de agosto de 2015

La pesadilla llegó a su fin


Después de 12 partidos, UAI Urquiza salió de perdedor y consiguió un enorme triunfo ante Flandria por 1 a 0. Sergio Rodríguez le dio el gol al Furgón, que toma oxígeno en la tabla de los promedios y salió del último lugar del campeonato.


Desde aquel partido postergado por la fecha 16 ante Riestra que UAI Urquiza no conocía el triunfo. Desde la fecha 8 que no se llevaba los tres puntos como local. Esas enormes rachas conocieron su final en el día de ayer.

El Furgón tuvo una de sus mejores imágenes en todo el 2015 y se llevó sin objeción un triunfo tan clave como necesario ante el Canario de Jauregui. No sufrió en ningún momento alguna llega de la visita. Flandria jamás estuvo a la altura de este partido, y los de Germán Portanova se lo hicieron saber.

En el primer tiempo generó dos claras que no pudo definir. A los 10, Nicolás Bauchet recibió solo en el área y prácticamente debajo del arco se perdió el gol. Un ratito más tarde, Isaac Suárez le puso en la cabeza a Eduardo Scasserra una pelota de gol que el volante no pudo definir bien y la tiró por arriba del travesaño.

En el medio de esta etapa inicial se dio un cambio tan doloroso como, finalmente, clave: Cristian Fernández se resintió de su lesión por la cual volvía a la titularidad y en su lugar entraba Sergio Rodríguez.

El complemento fue más de lo mismo. UAI Urquiza presionó, Flandria se replegó, y solo era cuestión de puntería para que caiga el gol local. Y eso sucedió a los 25 minutos, cuando Sebastián Gómez lo encuentra solo al ingresado punta del Furgón, que con el envió tomado decide cabecear casi desde el borde del área y se la pone contra el palo derecho de Griffo, el arquero de Flandria, que nada puede hacer para evitar el gol.

A partir de allí, la visita buscó con más ganas que juego, y por eso no le produjo ni cosquillas a un Matías Cano que solo se dedicó a descolgar centros. No había forma de que se le escape este partido a UAI Urquiza por el desarrollo del juego. Y así sucedió.

El abrazo de todos los jugadores en el centro del campo es el reflejo de lo que se esperaba este resultado y lo sufrido hasta esta instancia. Un triunfo que esperará el equipo que sea el envión para definitivamente olvidarse de esta situación incómoda de pelear abajo y comenzar a pensar en el futuro en algo más importante.


Emanuel Edorna

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